miércoles, 26 de enero de 2011

Una vida apasionante


Querido monaguillo:

¿Qué tal la semana? Espero que muy bien, que hayas asistido a la Eucaristía este Domingo y que hayas rezado mucho. ¿Sabes qué fiesta celebramos los cristianos ayer? Pues la conversión del apóstol san Pablo. Sí, el que se cayó del caballo cuando iba a arrestar a unos seguidores de Jesús. Y fíjate tú, tras eso, se hizo una de las piedras fundamentales de la Iglesia (San Pablo dedicó luego su vida a anunciar a Cristo, y escribió varias cartas que están en la Biblia).

¿Por qué te cuento esto? Ya sabes, amigo, que este blog es para ayudarte a ti como monaguillo a hacer lo que Jesús quiere de ti. ¿Por qué no te puede llamar, como a Pablo, a ser su predicador en medio de este mundo? Piénsatelo, y si quieres ya sabes que es tan fácil como acercarte al seminario de tu diócesis e informarte. No pasa nada por entregarte a tu amigo Jesús como sacerdote.

Bueno, monaguillo, hasta la semana que viene. Recuerda ser bueno y entrar siempre que quieras en este blog.

No hay comentarios:

Publicar un comentario